Programa: “La Educación para la Salud en nuestro Centro Escolar”.

 

Introducción

            En la sociedad actual cada día se percibe con más claridad el descenso de la actividad física realizada por nuestros menores. Esta reducción de ejercicio físico ha provocado un descenso en el estado de la condición física con la consiguiente influencia sobre la salud y la calidad de vida. A este sedentarismo se suman otros factores, fundamentalmente relacionados con malos hábitos alimenticios, que han contribuido al cambio experimentado en los últimos años.

 

            El sobrepeso y la obesidad infantil constituyen un problema social, sanitario y psicológico de gran relevancia en el mundo industrializado por sus importantes repercusiones sobre la salud. Este problema ha experimentado un vertiginoso crecimiento, en particular, durante la última década. En la actualidad se calcula que, en España, entorno a un 40% de la población infantil se encuentra dentro del rango del sobrepeso o la obesidad (Agencia Española de Seguridad Alimentaria, 2005). Desde una perspectiva psicológica, el sobrepeso y la obesidad infantil se asocian a conductas alimentarias de riesgo, alteraciones de la imagen corporal y creencias erróneas sobre su posible control (Amigo, Fernández, Rodríguez y Rodríguez, 2005; Ballester y Guirado, 2003; Espina, Ortego, Ochoa, Yenes y Alemán, 2001; Sepúlveda, Botella y León, 2001).

 

            El profesor Dr. Juan Torres en la ponencia “Nuevas perspectivas e indicadores de salud en los centros escolares” (1998) ya exponía que la Educación para la Salud, pretende crear hábitos de vida sana y actitudes positivas en los niños/as hacia la práctica continuada de actividades físico-deportivas, como elementos que les conducirán a una mejor calidad de vida.

 

La salud es un proceso dinámico que engloba:

1.      la salud orgánica básica (cuerpo libre de enfermedades),

2.      unos hábitos de vida sanos y

3.      ejercicio físico.

 

            Al analizar este concepto sumatorio, podemos ver que no es cuestión de adquirir conceptos y/o procedimientos, sino también desarrollar actitudes, valores y normas en forma de contenidos contemplados a lo largo de las diferentes áreas que configuran el currículum.

 

            La Educación para la Salud es unos de los pilares fundamentales en los que se sustenta el área de Educación Física. En nuestra área se encuentra estructurada a partir del bloque de contenidos “actividad física y salud”, según se recoge en el Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria y el Decreto  230/2007, de 31 de Julio, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a la Educación Primaria en Andalucía.

 

            Desde el equipo docente de nuestra área, entendemos que a través de la Educación para la Salud debemos dotar a la persona de una educación integral, preparando a nuestro alumnado para la vida. La creación de hábitos de higiene, entendidos siempre como higiene física y mental nos permitirán un desarrollo personal sano, un aprecio del cuerpo y su bienestar, una mejora de la calidad de vida y unas relaciones interpersonales basadas en el desarrollo de la autoestima de nuestro alumnado.

            La actividad física planificada y sistemática tiene que ser la herramienta que acabe con el sedentarismo actual en gran parte de nuestra población infantil y juvenil, siendo un instrumento fundamental para luchar con problemas que se están aclimatando entre nuestros jóvenes.

            Con estas premisas se desarrolló el Proyecto Educativo del Área de Educación Física en nuestro Centro.

 

            En nuestro Centro el programa “Alimentación saludable en la escuela” viene desarrollándose desde hace varios cursos. Entre sus objetivos podemos encontrar:

1.      Potenciar la adquisición por parte de las niñas y niños andaluces de una alimentación sana y equilibrada.

2.      Favorecer la adquisición de hábitos y habilidades que permitan la autonomía del alumnado de Educación Primaria a la hora de comer.

3.      Dotar a niños y niñas de conocimientos, que les permitan analizar las ventajas e inconvenientes que conlleva la alimentación que realizan, relacionándola con el desarrollo sano.

 

            Vemos en este momento de madurez del programa el momento de dar un paso adelante y además de las actividades que se venían desarrollando hasta ahora incluir un protocolo para poder realizar un control y seguimiento de la salud de nuestro alumnado a través del estudio de su composición corporal, sus hábitos de higiene (alimentación y descanso) y de su relación con la evolución sus capacidades físicas básicas.

 

®    Contribución del programa al desarrollo de las competencias básicas establecidas según el R. D. 1513/2006.

            Mediante este programa vamos a incidir sobre la competencia de conocimiento y la interacción con el mundo físico. El  programa contribuye a su desarrollo “mediante la percepción e interacción apropiada del propio cuerpo, en movimiento o en reposo, en un espacio determinado mejorando sus posibilidades motrices. Se contribuye también mediante el conocimiento, la práctica y la valoración de la actividad física como elementos indispensables para preservar la salud”.

            Consideramos clave la adquisición de hábitos saludables que deben instaurarse en la etapa escolar y mantenerse durante toda la vida.

            Como se señala en el anexo II del R. D. “…, se hace imprescindible la práctica de la actividad física, pero sobre todo su aprendizaje y valoración como medio de equilibrio psicofísico, como factor de prevención de riesgos derivados del sedentarismo y, también, como alternativa de ocupación del tiempo de ocio”.

            Repercutirá directamente sobre la autonomía e iniciativa personal. De forma que buscamos la adquisición de la concienciación y aplicación de un conjunto de valores y actitudes personales interrelacionadas, como la responsabilidad, la perseverancia, el conocimiento de si mismo y la autoestima.

            En un futuro tenemos previsto llegar con el programa hasta el tratamiento de la información y competencia digital, de forma que nuestros alumnos tengan suficientes conocimientos como para discernir  de forma crítica y responsable la información que encuentran en Internet acerca de la alimentación y/o otros posibles peligros como las drogas.

 

Los objetivos de este programa son:

1. Evaluar la composición corporal de nuestros escolares.
2. Conocer los hábitos de práctica de actividad física, de nutrición y de descanso.
3. Establecer una posible relación entre ellos.

 

            El establecimiento de una posible relación, en nuestros escolares, entre la composición corporal, la práctica de ejercicio físico y una buena higiene alimenticia y de descanso, sería el mejor argumento para concienciar a las familias sobre la importancia de la Educación para la Salud, de forma que trascienda del entorno escolar y se convierta en una costumbre, en unos hábitos arraigados en nuestra sociedad.

 

Material y métodos.

            Todos los alumnos de Educación Primaria de nuestro Centro serán diagnosticados durante las clases de E.F. mediante las pruebas siguientes:

1. Talla y peso (IMC).
2. Medida del pliegue tricipital.
3. Salto horizontal con piernas juntas y velocidad 30 m.l.
4. Encuesta sobre hábitos alimenticios y de horas de sueño habituales.

 

            Estas pruebas se realizarán dos veces durante el curso (noviembre y mayo) como parte de las clases de E.F. Los datos serán analizados y los resultados, una discusión y las conclusiones se expondrán al Claustro y al Consejo Escolar, a la finalización del curso escolar.

        - Sanlúcar de Barrameda, 19 de marzo de 2.010.

                                                   - José Javier Ravelo Afonso.
                                ( Maestro definitivo,  C.E.I.P. Blas Infante,
                                   especialista en Educación Física).